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La aromaterapia y el ciclo menstrual

Autor: Jaquie Bustamante
10 de noviembre de 2020

Los aromas habitan nuestra vida cotidiana y, a un nivel inconsciente, influyen en nuestro estado de ánimo y hasta en nuestra salud. Un olor desagradable puede causar molestias que van desde un carácter irritable hasta un dolor de cabeza o malestar gastrointestinal, mientras que los olores que nos resultan agradables fácilmente generan bienestar y pueden inclusive contribuir a sanarnos físicamente.

Se han utilizado desde tiempos ancestrales: existe registro del uso de aceites esenciales y perfumes con fines terapéuticos desde el antiguo Egipto. En la modernidad, mucha gente recurre a ellos tras experimentar sus beneficios tanto en el cuerpo físico, como en el mental y el emocional.

La aromaterapia es la especialidad terapéutica de aplicación de aromas o esencias a las que se le atribuyen propiedades medicinales. Se utilizan aceites esenciales, plantas frescas o extractos de hierbas a través de baños, aplicación dérmica, difusores, bálsamos o sprays ambientales con el fin de mejorar una condición de malestar físico o un estado emocional alterado.

Por medio del sentido del olfato, los aromas penetran y estimulan al sistema límbico, la amígdala y el hipotálamo en el sistema nervioso central, así como las zonas del cerebro que tienen que ver con la presión arterial, la respiración, el ritmo cardiaco, la memoria, el estrés, las hormonas del crecimiento, las sexuales y las de la tiroides y los neurotransmisores tales como la serotonina.

Sus efectos van desde la relajación hasta la activación de mecanismos analgésicos, reguladores y de desinflamación que, por ejemplo durante el ciclo menstrual, representan una sana alternativa para aliviar molestias, especialmente durante el síndrome premenstrual.

Comúnmente, la aromaterapia se administra a través de aceites esenciales. La composición fitoquímica de algunos de ellos llega a tener efectos similares a los estrógenos, por lo que pueden ayudar a regular sangrados muy abundantes o a controlar los espasmos o cólicos. Entre estos se encuentran el aceite de geranio, de rosa y de lavanda.

También ha sido notoriamente reconocido por sus efectos benéficos para el ciclo menstrual el aceite de salvia que ayuda a regularizar el flujo, a mitigar dolores de vientre y de cabeza e inclusive migrañas.

Se puede administrar por medio de un masaje en el bajo vientre en los días previos a la menstruación y, de ser necesario, durante los dos primeros días de sangrado.

Durante la menstruación, la lactancia y el embarazo es poco recomendable utilizar aceites esenciales con una alta concentración en el ambiente o de manera tópica en la piel.

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