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Los obstáculos para usar la copa menstrual

Autor: Jaquie Bustamante
5 de marzo de 2018

La copa menstrual ha sido un parteaguas de bienestar para muchas mujeres en su vida; sin embargo, muchas otras no se animan a probarla y los obstáculos que les impiden atreverse a gozar de los múltiples beneficios de su uso tienen que ver principalmente con el sistema de creencias que nos rodea.

En un país como México, en el que la copa menstrual gradualmente se ha ido haciendo más visible y fácilmente accesible, el principal obstáculo es un sistema de pensamiento conservador que dicta un sistema de educación de escasa información en torno a la menstruación y a los temas de salud sexual y reproductiva en general.

En otros países con sistemas religiosos y de creencias aún más cerrados, los temas relacionados con el cuerpo femenino son tabú y las posibilidades de hablar de ellos son casi inexistentes. La copa menstrual constituye una transgresión casi amenazante al seno de este tipo de sistemas, debido al nivel de auto-contacto y de auto-conocimiento que usarla implica para las mujeres.

Ambos casos reflejan un sistema de creencias reforzado por un sistema de salud que descalifica las decisiones de las mujeres y las despoja de su autoridad para tomar decisiones propias, que también se relaciona con principios y valores que se perpetuan en las familias y que no suelen apostarle a generar un real bienestar para las mujeres.

Por otra parte, muchas mujeres saben de la existencia de la copa menstrual por haber asistido a una expo o a un bazar relacionado con la ecología o por publicaciones que han visto en internet o en las redes sociales y, sin embargo, se mantienen ajenas y lejanas por un sistema de pensamiento de dificultad relativa a su uso. Creen que va a ser complicado adaptarse a ella, o que puede ser poco higiénica, o que se necesita invertir mucho tiempo en ponerla, quitarla y limpiarla. Esto nos confirma que toda la información disponible no sustituye la asesoría cercana de otra mujer con experiencia en torno a su uso, aún si un porcentaje cada vez mayor de mujeres prefiere obtener su copa a través las ofertas que se hacen en redes sociales y las tiendas en línea.

Podemos librar estos obstáculos promoviendo una mejor comunicación entre mujeres, creando espacios donde podamos compartir abiertamente nuestras dudas e inquietudes para discutir ampliamente de la gama de beneficios que derivan del uso de la copa y generando comunidades de mujeres que se alienten mutuamente a explorar sin complejos todas las opciones que nos conduzcan a la plenitud vital.

 

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