Encuentros sexuales durante la menstruación

Hay a quienes les inspira y les excita tener relaciones durante sus días de flujo carmesí, y hay a quienes no tanto. La única manera de saberlo es permitirse explorarlo, con una apertura auténtica para descubrirnos. Tener encuentros sexuales en nuestros días de luna puede tener sus ventajas: más allá de la lubricación que de por sí se genera en la vulva con la excitación, la textura de nuestro flujo aumenta la humedad y viscosidad de nuestra vagina desde su interior. Por otro lado, los orgasmos y la actividad muscular se traducen en contracciones del útero, sumamente beneficiosas para disminuir tensiones internas y cólicos. También, al facilitar la irrigación general de toda la zona, expulsamos mejor los residuos del endometrio. La limpieza de nuestro útero puede entonces ser más profunda e inclusive durar menos días. Eso sí, se recomienda usar preservativo, pues:

• nuestros niveles de pH se elevan, lo que nos expone a presentar infecciones o hasta candidiasis; y
• las condiciones que genera nuestro flujo son propicias para el desarrollo de ciertos microorganismos, que podrían por ejemplo incrementar el riesgo de una infección urinaria

Para algunas mujeres, la sensibilidad que se exacerba en esos días es fuente de mayor placer, para algunas otras puede más bien generar irritabilidad, cansancio o indisposición. Recurrir a la ducha como escenario para nuestros arrebatos en esos días puede avivar el fuego de lo novedoso, además de que nos despreocupamos de crear una escena roja en la cama.