Una Gota de Agua, Una Mar de Esperanza
¿Cuántas veces has oído decir que el agua es vida? Aunque pudiera parecer una frase trillada, no hay nada más cierto que esta idea y hay muchas formas de demostrarlo.
Cuando el agua se encuentra en perfecto equilibrio con el entorno, produce abundancia de vida y nos regala espectáculos en donde podemos apreciar la magnitud de la Naturaleza en todo su esplendor. El agua en todas sus manifestaciones es garantía de bienestar y purificación: el nadar en un río limpio, contemplar un atardecer a la orilla del mar o hasta el simple hecho de mojarte en la lluvia, son hechos que nos permiten experimentar la generosidad de la Madre Tierra a flor de piel. Y como consecuencia, nos damos cuenta de que el agua es imprescindible, ya que su presencia fomenta el desarrollo de la biodiversidad vegetal, animal y de otros seres vivos.
Asimismo, desde los inicios de la humanidad, el agua ha sido fuente de prosperidad; nuestros antepasados eran conscientes de ello y del carácter sagrado de dicho elemento. No en balde todas las culturas conocidas adoraban a deidades relacionadas con la lluvia, los ríos, el mar y los manantiales.
Pero, ¿qué sabemos acerca del agua y cuál es su situación actual?
A pesar de que este elemento conforma el 60% de nuestro propio cuerpo y el 70% de la superficie de nuestro planeta, tan sólo el 2.5% se considera apta para el consumo humano y es la que se conoce como “agua dulce” o potable. Ésta proviene de la lluvia, lagos, ríos, glaciares y mantos acuíferos, por lo que depende de factores como el clima, la contaminación o del manejo que la sociedad haga de ella. Su gasto desmedido ha reducido de manera significativa las reservas de nuestro planeta, afectando el equilibrio natural y provocando carestía, creando así un estado de alerta a nivel mundial por garantizar a toda la gente el acceso a este vital recurso.
Pero no todo está perdido. Para comenzar a hacer frente a esta situación, es necesario emprender un plan de acción que desemboque en formas más eficientes y responsables de utilizarla. Por este motivo, desde 1993, la Organización de las Naciones Unidas instauró el 22 de marzo como Día Mundial del Agua, con el fin de crear conciencia sobre la importancia de este preciado líquido en nuestras vidas y de cómo podemos cuidarlo y aprovecharlo de forma sustentable.
Quienes conformamos Angelcup, te invitamos a cuidar este maravilloso regalo de la naturaleza, reflexionando sobre las implicaciones de preservar este vital elemento. Para este fin, podemos comenzar a emprender una serie de pequeños cambios en nuestro día a día para lograr este noble objetivo. ¿Cómo? Sencillo: reduciendo nuestro tiempo en la ducha, recolectando el agua de lluvia para el aseo de espacios o inclusive cambiando la forma en que gestionamos nuestra menstruación, como por ejemplo, haciendo uso de una copa menstrual Angelcup, pues según un estudio publicado por la revista médica The Lancet Public Health, las copas menstruales no sólo son seguras y eficaces, sino que también ayudan reducir el consumo de agua y desperdicios.
Creemos que el bienestar personal está fuertemente ligado al amor y respeto con el que tratamos a nuestra Madre Tierra. Por lo tanto, al involucrarnos en el cuidado del agua, podremos generar un cambio positivo y tener una relación más cordial y saludable con la Naturaleza.
Así que recuerda: por cada gota de agua que cuidas hoy, brota una gota de esperanza para un futuro mejor.