El corazón como estructura energética
El corazón ha sido ícono del amor romántico, de los sentimientos y del dolor emocional, pero el corazón humano como estructura energética y como órgano físico es mucho más que eso.
En la cultura occidental, las emociones suelen considerarse como un fenómeno secundario al sistema intelectual y racional y se le atribuye más crédito la razón que a la emoción. Sin embargo, este desequilibrio gradualmente ha fomentado un urgente reconocimiento de la llamada inteligencia emocional. Actualmente, múltiples investigadores y científicos han comprobado firman que:
- El corazón emite campos electromagnéticos que varían según la naturaleza de las emociones.
- El campo eléctrico del corazón es 500 veces más potente que el del cerebro, mientras que su campo magnético es 5000 veces más fuerte.
- El corazón tiene un sistema de neuronas que tienen memoria tanto a corto como a mediano plazo.
- Las señales enviadas al cerebro a través de las neuronas del corazón pueden tener una influencia en las experiencias emocionales.
- El corazón envía más información al cerebro que el cerebro al corazón.
- La señal electromagnética producida por el corazón de un individuo es registrada en el campo electromagnético de la gente a su alrededor y esto aun a varios metros de distancia.
- Dentro del útero, el corazón se forma y funciona antes de que se forme el cerebro.
- Las ondas cerebrales de la madre pueden sincronizarse con los latidos del corazón del bebé.
- Las respuestas fisiológicas del cuerpo se sincronizan con las de otros individuos en interacciones de empatía gracias al corazón.
El estudio del impacto del campo electromagnético del corazón va adquiriendo relevancia. Es innegable que el estado emocional de las personas y su interacción con otras personas afecta a grupos de trabajo, a colectivos y a la sociedad en general y que las ondas de energía emocional que emitimos repercuten en una expansión de la consciencia.